AMPARO BARBETA VALENCIA A falta de ocho jornadas para que finalice la competición y cuando todo indica que Unai Emery no continuará una temporada más en el Valencia, empiezan a aflorar las críticas desde el vestuario. Si hace una semana eran David Albelda y Roberto Soldado los que se desmarcaban del técnico cuando este ponía en duda el apoyo de la afición, ayer fue Víctor Ruiz quién fue más allá y se atrevió a cuestionar el sistema defensivo del equipo y a reconocer — a modo de autocrítica— que el grupo no sabe administrar los resultados. El central, uno de los señalados por su bajo rendimiento, culpó ayer al «sistema» por los goles que encajan.
Unas cifras que, comparadas con el líder, provocan escalofríos. El Valencia, que está a treinta puntos del Real Madrid, ha anotado 46 goles por 100 del equipo de Mourinho, mientras ha recibido 37 tantos por 27 que le han anotado a Iker Casillas. Curiosamente, respecto al colista, el Sporting de Gijón, los números son, obviamente, más reconfortantes ya que, con 23 puntos menos, el equipo de Clemente cuenta con 29 goles a favor por 56 en contra. A juicio de Victor Ruiz, los números tienen una explicación: «Es la forma que tiene de jugar el equipo y a estas alturas de la temporada no vamos a renunciar, aunque debemos tener la cabeza fría y jugar muy concentrados». Y lo ejemplificaba con el partido del domingo con el Levante: «Nos volcamos en busca del 2-0 que nos diera mas tranquilidad y eso nos costó el empate. Al buscar ese gol, nos creaban contragolpes, con pérdidas nuestras en el centro del campo. De ahí vino el empate. Nos falta cerrar o saber administrar mejor el resultado», argumentaba.
Así, Víctor Ruiz admitió que los centrales quizá sufren un poco más porque los laterales se vuelcan mucho adelante para buscar el gol y eso los deja desprotegidos. «Somos un equipo ofensivo y jugar así es una decisión del mister», justificaba. «A estas alturas de la temporada no vamos a renunciar a nuestra forma de juego», insistía. Una forma de juego que, si bien resultó exitosa en la primera vuelta del campeonato, está siendo un fiasco en 2012, donde el equipo suma unas cifras rácanas —sólo se han sumado quince de los 42 puntos en juego—, pero que por los deméritos de los rivales y el colchón logrado en el arranque le permite seguir en la tercera posición. Una plaza que ahora empieza a ver peligrar. «Ahora la situación es muy ajustada, pero debemos tener la cabeza fría para afrontar los dos partidos que vienen (Real Madrid en el Bernabeu y Rayo Vallecano en Mestalla). Sabemos que dependemos de nosotros mismos», tranquilizaba. «Sabemos que hemos perdido muchos puntos, pero también somos conscientes de que seguimos terceros y no queremos desaprovechar la oportunidad de acabar en este lugar», indicaba. Y Ruiz, con cierta sutileza, recordaba lo evidente. «Nos falta saber administrar el resultado», reconocía. Cierto. El Valencia ha permitido quince remontadas, de ellas en ocho ocasiones el partido ha terminado en empate y en siete se han perdido los partidos. Y las reflexiones, o dardos, del catalán no acabaron ahí: «Jugar bien y tener la posesión no vale si no se gana». «De nada sirve el protagonismo si no se consiguen los resultados», incidía.
Resultados que, sobre todo, no se obtienen en Mestalla donde el equipo ha encadenado cuatro partidos sin ganar en casa cuatro años después. «No tenemos miedo escénico de jugar en casa. Sería jodido si eso ocurriera», resoplaba el central. Y el jueves, el equipo tendrá que jugar en casa. Un partido, el cincuenta de la temporada, en el que sólo sirve ganar para eliminar al AZ y pasar a las semifinales de la Liga Europa —en la ida se perdió por 2-1—. «Para llegar lejos hay que ganar. En Holanda el equipo fue superior y no consiguió ganar, pero el jueves debemos hacerlo y meternos en las semifinales. Llegar a la final y ganarla sería espectacular, pero hay que ir partido a partido», recalcaba. De lo que no quiso opinar Victor Ruiz fue de la continuidad del técnico. El central trató de desmarcarse y le trasladó al responsabilidad al director deportivo y al presidente. «Ahí los jugadores ni entramos ni salimos». Los resultados marcarán el futuro.
Unas cifras que, comparadas con el líder, provocan escalofríos. El Valencia, que está a treinta puntos del Real Madrid, ha anotado 46 goles por 100 del equipo de Mourinho, mientras ha recibido 37 tantos por 27 que le han anotado a Iker Casillas. Curiosamente, respecto al colista, el Sporting de Gijón, los números son, obviamente, más reconfortantes ya que, con 23 puntos menos, el equipo de Clemente cuenta con 29 goles a favor por 56 en contra. A juicio de Victor Ruiz, los números tienen una explicación: «Es la forma que tiene de jugar el equipo y a estas alturas de la temporada no vamos a renunciar, aunque debemos tener la cabeza fría y jugar muy concentrados». Y lo ejemplificaba con el partido del domingo con el Levante: «Nos volcamos en busca del 2-0 que nos diera mas tranquilidad y eso nos costó el empate. Al buscar ese gol, nos creaban contragolpes, con pérdidas nuestras en el centro del campo. De ahí vino el empate. Nos falta cerrar o saber administrar mejor el resultado», argumentaba.
Así, Víctor Ruiz admitió que los centrales quizá sufren un poco más porque los laterales se vuelcan mucho adelante para buscar el gol y eso los deja desprotegidos. «Somos un equipo ofensivo y jugar así es una decisión del mister», justificaba. «A estas alturas de la temporada no vamos a renunciar a nuestra forma de juego», insistía. Una forma de juego que, si bien resultó exitosa en la primera vuelta del campeonato, está siendo un fiasco en 2012, donde el equipo suma unas cifras rácanas —sólo se han sumado quince de los 42 puntos en juego—, pero que por los deméritos de los rivales y el colchón logrado en el arranque le permite seguir en la tercera posición. Una plaza que ahora empieza a ver peligrar. «Ahora la situación es muy ajustada, pero debemos tener la cabeza fría para afrontar los dos partidos que vienen (Real Madrid en el Bernabeu y Rayo Vallecano en Mestalla). Sabemos que dependemos de nosotros mismos», tranquilizaba. «Sabemos que hemos perdido muchos puntos, pero también somos conscientes de que seguimos terceros y no queremos desaprovechar la oportunidad de acabar en este lugar», indicaba. Y Ruiz, con cierta sutileza, recordaba lo evidente. «Nos falta saber administrar el resultado», reconocía. Cierto. El Valencia ha permitido quince remontadas, de ellas en ocho ocasiones el partido ha terminado en empate y en siete se han perdido los partidos. Y las reflexiones, o dardos, del catalán no acabaron ahí: «Jugar bien y tener la posesión no vale si no se gana». «De nada sirve el protagonismo si no se consiguen los resultados», incidía.
Resultados que, sobre todo, no se obtienen en Mestalla donde el equipo ha encadenado cuatro partidos sin ganar en casa cuatro años después. «No tenemos miedo escénico de jugar en casa. Sería jodido si eso ocurriera», resoplaba el central. Y el jueves, el equipo tendrá que jugar en casa. Un partido, el cincuenta de la temporada, en el que sólo sirve ganar para eliminar al AZ y pasar a las semifinales de la Liga Europa —en la ida se perdió por 2-1—. «Para llegar lejos hay que ganar. En Holanda el equipo fue superior y no consiguió ganar, pero el jueves debemos hacerlo y meternos en las semifinales. Llegar a la final y ganarla sería espectacular, pero hay que ir partido a partido», recalcaba. De lo que no quiso opinar Victor Ruiz fue de la continuidad del técnico. El central trató de desmarcarse y le trasladó al responsabilidad al director deportivo y al presidente. «Ahí los jugadores ni entramos ni salimos». Los resultados marcarán el futuro.
http://www.levante-emv.com/deportes/2012/04/03/estilo-incomodo-cuestionado/894477.html
Y digo yo que no toda la culpa no la tendrá el fin de ciclo de Unai con sus métodos de juego durante 4 largos años,que al fin y al cabo han sido fructíferos al meterse en champions vía directa durante tiempo y digo yo que algo tendrán que decir los que juegan,no?o van a salirse una vez mas de rositas;que pongan ellos también todo lo que tienen que poner para sacar los resultados positivos o solo los ponen cuando les interesa.
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