El Valencia buscará la final de Copa en el Camp Nou con la tranquilidad de haber recuperado sus viejos valores defensivos. Por la concentración, la contundencia y el esfuerzo demostrados por su zaga, hizo bueno anoche el empate en el Manzanares contra el Atlético. Para alivio de su hinchada, el Valencia fue un equipo identificable, sobrio y solidario colectivamente, sin altibajos, que se vacía con una actitud intachable. Si bien es cierto que el conjunto de Emery sigue sin ganar, las sensaciones son mucho más reconfortantes y, además, se mantiene a raya a un rival directo y en línea ascendente.
Pese al empate final, el partido nunca defraudó. Salió el Valencia con intención de dominar, con un Atlético cómodo sin la pelota. La primera misión de Diego Simeone como técnico ha sido la de cerrar la portería, medida básica para estabilizar todo equipo que, como el rojiblanco, perdía fuerza por su irregularidad. El resultado, cero goles en cuatro partidos, diez puntos de doce. Al Valencia le costó abrir espacios. Ausente Jonas, uno de los pocos jugadores a los que Emery reservó en vistas a la vuelta de Copa en el Camp Nou, la mediapunta recayó en Pablo Piatti, muy participativo, casi siempre detenido en falta, pero con virtudes diferentes a las de Jonas. Más veloz pero sin tanta intuición para dar el pase decisivo a Soldado, a la espalda de los centrales.
El Valencia fue un equipo solvente en defensa. El Atlético cargó el juego en ataque por la derecha, donde se asociaron sus dos pateadores más fiables, Diego y Juanfran. El extremo alicantino cocinó la ocasión más clara de los atléticos en la primera mitad, con un voleón bombeado, convertido en peligrosísimo centro que cabeceó Adrián y encontró la sensacional respuesta con la palomita de Diego Alves, como siempre decisivo. Los locales dispusieron de varios centros laterales, la peor pesadilla valencianista esta temporada. Tenían a un excelente cabeceador como Falcao, pero ante ese reto se respondió con contundencia.
Escaseaban las ocasiones, pero el partido era atractivo y no desprovisto de cierta tensión, con varios choques en balones divididos, como el feo pisotón que el Tino Costa recetó a Diego. Soldado, al que el público le recordaba su pasado madridista, estuvo bien vigilado por Miranda, con quien se las tuvo tiesas en un áspero marcaje. Con el 9 atado y sin tanta actividad por las bandas, el peligro valencianista se manifestó por el centro, en las zonas de rechace. Precisamente, la ocasión más clara del Valencia en el primer acto llegó en un largo balonazo de Rami, despejado en falso por Godín. La pelota cayó a los pies de Piatti, que no se lo pensó para embocar de primeras. Le salió un disparo fuerte y ajustado, que encontró la fenomenal parada, lanzándose abajo, de Courtois.
La segunda parte continuó con el mismo desgaste. El Valencia no perdía seriedad defensiva, y hasta Diego Alves redobló su contundencia en los balones aéreos, uno de sus puntos flacos. Se comprobó en varios despejes de puños. En uno de ellos dejó aturdido a Godín, incorporado al remate y que, a consecuencia del choque con el meta brasileño, tuvo que ser sustituido.
Pese a la correcta defensa, el Atlético tenía capacidad para poner en aprietos al Valencia. La suerte se alió con el equipo de Emery en la clara ocasión de Falcao. El delantero colombiano dejó de esperar el remate para recibir y desbordar a la defensa en carrera. Buscó el pase al punto de penalti, donde se cruzó Rami. El francés dejó el rebote muerto a los pies de Falcao, que fusiló a quemarropa. De forma dramática el mismo Rami, bajo palos, rechazó a córner. El Valencia, revitalizado con la entrada de Jonas y Aduriz, replicaría y contaría con oportunidades. Jordi Alba, tras combinación con Jonas, tuvo en su zurda la victoria. Solo ante Courtois, con tiempo para pensar, buscó el palo contrario pero cruzó en exceso.
El final de encuentro reservó el último arreón del Atlético. Balones colgados que se resolvieron con eficiencia, a pesar de algún susto sin incidencias, como la pifia de Rami en un despeje. Un punto muy sudado que invita a creer en la campanada ante el Barça.
Pese al empate final, el partido nunca defraudó. Salió el Valencia con intención de dominar, con un Atlético cómodo sin la pelota. La primera misión de Diego Simeone como técnico ha sido la de cerrar la portería, medida básica para estabilizar todo equipo que, como el rojiblanco, perdía fuerza por su irregularidad. El resultado, cero goles en cuatro partidos, diez puntos de doce. Al Valencia le costó abrir espacios. Ausente Jonas, uno de los pocos jugadores a los que Emery reservó en vistas a la vuelta de Copa en el Camp Nou, la mediapunta recayó en Pablo Piatti, muy participativo, casi siempre detenido en falta, pero con virtudes diferentes a las de Jonas. Más veloz pero sin tanta intuición para dar el pase decisivo a Soldado, a la espalda de los centrales.
El Valencia fue un equipo solvente en defensa. El Atlético cargó el juego en ataque por la derecha, donde se asociaron sus dos pateadores más fiables, Diego y Juanfran. El extremo alicantino cocinó la ocasión más clara de los atléticos en la primera mitad, con un voleón bombeado, convertido en peligrosísimo centro que cabeceó Adrián y encontró la sensacional respuesta con la palomita de Diego Alves, como siempre decisivo. Los locales dispusieron de varios centros laterales, la peor pesadilla valencianista esta temporada. Tenían a un excelente cabeceador como Falcao, pero ante ese reto se respondió con contundencia.
Escaseaban las ocasiones, pero el partido era atractivo y no desprovisto de cierta tensión, con varios choques en balones divididos, como el feo pisotón que el Tino Costa recetó a Diego. Soldado, al que el público le recordaba su pasado madridista, estuvo bien vigilado por Miranda, con quien se las tuvo tiesas en un áspero marcaje. Con el 9 atado y sin tanta actividad por las bandas, el peligro valencianista se manifestó por el centro, en las zonas de rechace. Precisamente, la ocasión más clara del Valencia en el primer acto llegó en un largo balonazo de Rami, despejado en falso por Godín. La pelota cayó a los pies de Piatti, que no se lo pensó para embocar de primeras. Le salió un disparo fuerte y ajustado, que encontró la fenomenal parada, lanzándose abajo, de Courtois.
La segunda parte continuó con el mismo desgaste. El Valencia no perdía seriedad defensiva, y hasta Diego Alves redobló su contundencia en los balones aéreos, uno de sus puntos flacos. Se comprobó en varios despejes de puños. En uno de ellos dejó aturdido a Godín, incorporado al remate y que, a consecuencia del choque con el meta brasileño, tuvo que ser sustituido.
Pese a la correcta defensa, el Atlético tenía capacidad para poner en aprietos al Valencia. La suerte se alió con el equipo de Emery en la clara ocasión de Falcao. El delantero colombiano dejó de esperar el remate para recibir y desbordar a la defensa en carrera. Buscó el pase al punto de penalti, donde se cruzó Rami. El francés dejó el rebote muerto a los pies de Falcao, que fusiló a quemarropa. De forma dramática el mismo Rami, bajo palos, rechazó a córner. El Valencia, revitalizado con la entrada de Jonas y Aduriz, replicaría y contaría con oportunidades. Jordi Alba, tras combinación con Jonas, tuvo en su zurda la victoria. Solo ante Courtois, con tiempo para pensar, buscó el palo contrario pero cruzó en exceso.
El final de encuentro reservó el último arreón del Atlético. Balones colgados que se resolvieron con eficiencia, a pesar de algún susto sin incidencias, como la pifia de Rami en un despeje. Un punto muy sudado que invita a creer en la campanada ante el Barça.
No me me gusto este Valencia que después de 4 años Emery siga sorprendiendo a propios y extraños sin identidad propia,ayer era un equipo a lo Rafa Benitez aguerrido atrás y a la mínima que tienes matas pero Jordi le falto un pelo.
Partido con muchas interrupciones y marrullerías por parte de ambos,personalmente sigo sin ver al Tino de la temporada pasada mas completo defensiva mente que Banega,a partir de ahí si no baja Jonas cuando estuvo en el campo Piatti no bajo a por el balón;todo el juego del vcf iba por banda izquierda en la que Jordi trabajador como siempre mas entonado en la segunda mitad hizo de las suyas volviendo loca a la defensa colchonera. ya que por la derecha estaba Pablo H. que le falta rodaje y no estaba para jugar 90 minutos.
Por primera vez en la era Emery vi un vcf serio en defensa,parece ser que Rami y V.Ruiz se empiezan a entender junto a D.Alves que tiene continuidad por el percance de Guaita y que empieza a ser importante en este equipo.
Espero el miércoles a este equipo pero con un poco de puntería arriba porque si o si hay que marcar.
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