Manuel Llorente no quiere sorpresas en el plan para retomar las obras del nuevo estadio. Por eso convirtió ayer en aliado al principal partido de la oposición municipal. Lejos quedan los tiempos en que el PSPV llevó a los tribunales el proyecto de la avenida de las Cortes Valencianas de la mano de Rafa Rubio. Con Carmen Alborch se selló la paz y ayer Joan Calabuig no dudó en expresar su adhesión al 'plan Bankia'.
«Apoyamos las decisiones que ha tomado el club. Son buenas para Valencia, primero porque generan empleo y segundo por su interés general. Todo esto es importante para los barrios de la ciudad, pues habrá jardines. Y el polideportivo de allí también es positivo». Las palabras del portavoz municipal socialista no admiten duda: «El Valencia no es una empresa cualquiera. Es un patrimonio. Hemos de tener especial sensibilidad con el club y afrontar su futuro con garantías».
Manuel Llorente mostró su satisfacción al escuchar un discurso que allana el camino blanquinegro. «Tengo que agradecer las palabras de Joan Calabuig», indicó el presidente valencianista, quien busca un consenso político que permita agilizar «los trámites urbanísticos» imprescindibles para el reinicio de las obras. Sus plazos están más que definidos. «Calculamos que empezaremos en cinco o seis meses. Ojalá, si todo va bien, lo hagamos antes del verano, que empieza el 21 de junio», indicó.
Llorente, que antes de dirigirse al PSPV ya mantuvo reuniones con el presidente de la Generalitat, la alcaldesa de Valencia y su homólogo en el Ayuntamiento de Paterna, volvió a dedicar sentidos agradecimientos a Bankia. «Sin esta entidad no se habría podido afrontar el proyecto. Desde hace prácticamente dos años estamos trabajando en ello y es una forma de apoyar a Valencia, al Valencia CF, de facilitar que se desarrolle un campo de fútbol que será uno de los mejores de Europa y de dar solución también al problema de Mestalla».
El dirigente blanquinegro secundó el discurso que en su día hizo la propia Rita Barberá, en el sentido de que desbloquear las obras del nuevo Mestalla supone una corriente de optimismo para toda la ciudad. «Es importante que haya grúas trabajando ya aquí. Tenemos que empezar a ver cosas positivas, porque todos los días nos levantamos con noticias negativas. Las obras del estadio nos pueden dar en Valencia esas notivcias positivas que tienen que venir, deseamos y merecemos».
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