Disfruta de sus vacaciones más tranquilas. Sabe que, aunque el mercado está estos días en ebullición, él tiene que presentarse en Paterna el 7 de julio. Vicente Guaita (Torrent; 18 de febrero de 1987) ha unido su futuro al Valencia hasta junio de 2015. Y está encantado. La felicidad por su renovación le ayuda a vencer su timidez y compartir con cierta soltura sus impresiones con Levante-EMV. Está, tras pasar uno días en Huelva, muy moreno.
Usted renueva, César Sánchez se va al Villarreal y el club oficializa el fichaje de Diego Alves. ¡Menudo movimiento hay en la portería!
Pues sí.
Y Moyà está a un paso de irse al Getafe.
Hasta que no se haga...., ya veremos...
Perdone, vayamos por partes. ¿Cómo está?
Mucho mejor, aún tengo un poco altas las transaminasas, pero mejor. Gracias.
¿Qué tuvo?
Una mononucleosis infecciosa por citomegalovirus, los médicos llaman así a la enfermedad del beso.
¿Está bajo de defensas?
Un poco, pero ya estoy mucho mejor. Estuve más de siete días con fiebre y no tenía fuerza para hacer nada. Lo pasé mal.
¿Con el acto de la renovación le habrá dado ya el subidón?
Pues sí, fue muy bonito. Mis agentes llevaban negociando la renovación bastante tiempo y era lo que yo quería.
¿Feliz?
Mucho, porque ya se estaba haciendo largo y tenía un poco de intriga por si no se hacía. Por mi familia me quería quedar aquí, pero nunca se sabe porque el mundo del fútbol da muchas vueltas. Al final ha sido como mi familia y yo queríamos.
¿Me da la sensación, o deja una puerta abierta a una posible salida?
Es que esto cambia mucho, mira a De Gea yéndose al Manchester. Si mañana vienen y pagan 20 millones por mi, ¿quién te dice que el club no me va a vender? Nunca sabes qué va a pasar y las circunstancias del momento.
¿Están de moda los porteros?
Eso es bueno para los que ocupamos esta posición. Siempre se valoran más los delanteros o los centrocampistas, pero... para mi, mejor. Es que, una parada que evita un gol, tiene un valor.
¿Se siente valorado?
Sí, ahora sí que me siento un jugador importante dentro del grupo.
Sea sincero, ¿en algún momento vio peligrar la renovación?
No, porque el club quería llegar a un acuerdo y yo quería quedarme. El interés, al final, era el mismo.
¿Nunca se vio vistiendo otra camiseta?
Nunca.
Permítame decirle que no me lo creo.
Es que no me paré a pensarlo.
¿No le inquietó saber que el Valencia tenía apalabrado o fichado a Diego Alves?
No. Me jodió ver cómo se hablaba del futuro cuando aún nos estábamos jugando mucho. Lo veía como una falta de respeto hacia nuestro trabajo, pero no como una rivalidad futura.
No puede ser tan frío. Ver que el Valencia ficha a un portero cuando usted aún no ha renovado ¿de verdad qué no le preocupaba?
De verdad. Yo estaba muy tranquilo y sólo me preocupaba jugar el fin de semana y demostrar que aquí podía jugar. Cada uno es como es. No he estado ni intranquilo ni nervioso. El club trabajaba por una parte y yo por la otra. El fútbol da muchas vueltas y lo que hoy es blanco, mañana es negro, y a la inversa.
Parece muy consciente de lo variable que es su profesión
Es que es así y, conforme pasan los años, te vas dando cuenta. Esto es pura competición. Este año empecé sin tener sitio y acabé jugando, y ahora, tengo que volver a ganarme el puesto. Somos varios los jugadores para una sola posición y juega el que mejor está.
Es una de las revelaciones de la temporada y ahora llega lo difícil que es mantenerse ¿Preparado para el reto?
Preparadísimo. Empecé la temporada sin jugar y bastante jodido porque llegaba a Valencia tras haberlo jugado todo en el Recre —estuvo un año cedido y fue el portero menos goleado de Segunda—. En Navidades no sabía qué iba a pasar y, mira por dónde, por la lesión de dos compañeros jugué y las cosas me salieron bien. Que la gente hable de ti positivamente es muy bonito porque significa que tu trabajo lo has hecho bien.
Usted sí puede decir que esperar da sus frutos.
Cierto. A veces, esperar quema sobre todo psicologicamente, pero el que más confiaba en mi era yo. Cuando acepté quedarme como tercer portero sabía que el año no iba a ser fácil.
Suerte que, en la espera, no desesperó porque cuando le tocó jugar lo hizo a un nivel altísimo.
Gracias. El año ha sido como una noria. Al principio entrenaba entre semana y tenía todos los fines de semana libres; me lo podía haber tomado mal, pero lo asumí y me lo tomé bien. Luego cambió y todo fue a mejor.
¿Disfruta más y mejor, por ello, del éxito?
Creo que igual. No olvido por todo lo que he pasado y lo que me ha costado jugar en el Valencia.
El pasado verano, Emery se empecinó en contar con tres porteros y repitió hasta la saciedad que usted no era el tercer portero. ¿Este mensaje se lo trasmitía a usted? ¿le convencía?
Cuando estaba en el Recre, hacia el final de la temporada, hablé con él y me dijo que iba a ser uno mas y, es verdad que siempre me trasmitió su confianza. Yo, sin embargo, era realista y sabía a dónde iba y luego dónde estaba. En agosto, aunque se decia que los tres partíamos con las mismas opciones yo sabia que Cesar y Moyà estaban por delante. Yo lo que quería era jugar, pero Emery quería contar conmigo y el club no me dejó salir, así que me quedé.
Puede hablarme de su convivencia con César y Moyà.
Han sido unos grandes compañeros y , juntos, hemos pasado un año estupendo. Hemos hecho muy buena amistad. A veces, es difícil, porque sólo juega uno y los que están al lado no están contentos pero hemos sabido arrinconar egoísmos e ir todos en una dirección.
¿Qué le gustaría haber aprendido de ellos?
Todo. Me gustaría que se me hubiera contagiado la alegría de Cesar , ya que tiene la misma ilusión que cuando empezó. De Moyà me gusta que es muy competitivo, aunque la gente piense lo contrario.
¿Cree que a Moyà le vendrá bien irse cedido?
No soy quién para opinar.
Lo modifico. Usted jugó cedido en el Recre ¿recomendaría a un compañero irse cedido a un equipo menor para sumar experiencia?
A ver, a mi me fue bien, pero el año fue complicado y duro. Lo importante es jugar y mostrarse, sea donde sea, y si aquí es difícil, lo mejor es una salida. Uno puede entrenar muy bien, pero si nadie lo ve en un partido, de poco sirve. A Silva le pasó algo parecido.
¿Sigue pensando que Vicente Guaita es mejor que Diego Alves? Es algo que me dijo en la anterior entrevista
Sí, ¡vamos, si no lo digo yo!.
¿Guaita es el portero titular del Valencia?
(sonríe, mira el suelo y calla). No sé (murmulla).
Se aventura una bonita competencia por la portería.
Pues como todos los años. Esto es una competición y una lucha continua.
Cuando le he hablado de la titularidad ¿qué ha pasado por su cabeza?
Pues... me acordaba de cuando no era titular y, entre otras cosas, mis amigos me preguntaban que cuando iba a jugar (ríe) o por qué no jugaba y yo les contestaba que lo bueno se hace esperar, por decir algo, porque todas las semanas me preguntaban lo mismo. Y al final, jugué.
Le quedaba un año de contrato y acaba de renovar hasta junio de 2015. Vamos hacer una prueba. Cierre los ojos y piense en el pasado mes de agosto (silencio). ¿Se cree que ha renovado?
Pues no, por eso te decía antes que en este trabajo todo puede pasar. Creo que lo importante es trabajar al máximo y vivir el momento porque todo depende del trabajo y la preparación de uno. Jugar en el equipo de casa es un orgullo para uno y me lo tomo como tal. El Valencia es uno de los equipos más importantes de Europa y jugar en él es un orgullo y una responsabilidad muy grande.
¿Le gusta el equipo que se está haciendo?
Aún es pronto. Nunca se sale. A lo mejor parece que se hace un equipo que no aspira a nada y luego el rendimiento es increíble. El verano pasado se fueron muchos jugadores importantes y el equipo ha dado la talla y, en Liga, se han hecho números altos y en Champions, pasamos de la liguilla.
Elogian de usted su frialdad, ¿es realmente así?
Bueno, cada uno tiene un carácter y no me ha ido mal hasta ahora.
¿Tiene un portero que saber controlar más que nadie sus emociones?
Puede ser, porque eres el último en tomar decisiones y, una indecisión tuya, puede costar muy caro.
¿Se ve de capitán?
Me gustaría como valenciano, pero hay muchos compañeros por delante de mi. Además, creo que es mejor que el brazalete lo lleve un jugador de campo porque a la hora de protestar...
De momento ya han salido dos compañeros que terminaban contrato como son Vicente y César, ¿cree que se van a ir tantos jugadores como se está rumoreando?
No lo sé. El 7 de julio cuando regrese hablamos y hacemos el recuento. Yo, por si acaso, me despedí de todos porque nunca se sabe qué puede pasar. A lo mejor... (rie).
No me deje con la duda.
Era broma.
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