El Valencia y el Málaga tienen la intención de acercar posturas esta semana para concretar el traspaso de Joaquín al equipo de la Costa del Sol. Todo indica que el conjunto andaluz subirá la última oferta que trasladó al club de Mestalla —alrededor de 3,5 millones— para satisfacer los deseos de Manuel Llorente —que no se baja del mínimo de los cinco kilos— y abra las puertas al extremo del Puerto de Santa María.
En el caso de que el Valencia venda a Joaquín, la secretaría técnica que comanda Braulio Vázquez ya tiene sobre la mesa informes de posibles sustitutos. Si con la llegada de Gameiro, la intención del Valencia era que la banda derecha fuera propiedad de Pablo y Feghouli —si salía Joaquín— el frustrado traspaso del delantero francés ha abierto las posibilidades para contratar un banda derecha. Y es en este punto donde entran en escena Ángel Lafita, del Zaragoza, y Javier Camuñas de Osasuna, según Ràdio 9. Emery sueña con Griezmann, de la Real Sociedad, pero el precio del joven extremo galo es prohibitivo para el Valencia. De ahí que sea Lafita quien suene con más fuerza ya que el Zaragoza, en pleno concurso de acreedores, tiene una deuda con el club de Mestalla que ronda los 1.2 millones de euros por los traspasos de Pablo Aimar y Arizmendi a la entidad maña. Si el Valencia acaba vendiendo a Joaquín la 'operación Lafita' entrará en marcha porque el jugador gusta a Emery y las condiciones económicas para un posible traspaso serían abordables para las delicadas arcas del Valencia.
En el caso de que el Valencia venda a Joaquín, la secretaría técnica que comanda Braulio Vázquez ya tiene sobre la mesa informes de posibles sustitutos. Si con la llegada de Gameiro, la intención del Valencia era que la banda derecha fuera propiedad de Pablo y Feghouli —si salía Joaquín— el frustrado traspaso del delantero francés ha abierto las posibilidades para contratar un banda derecha. Y es en este punto donde entran en escena Ángel Lafita, del Zaragoza, y Javier Camuñas de Osasuna, según Ràdio 9. Emery sueña con Griezmann, de la Real Sociedad, pero el precio del joven extremo galo es prohibitivo para el Valencia. De ahí que sea Lafita quien suene con más fuerza ya que el Zaragoza, en pleno concurso de acreedores, tiene una deuda con el club de Mestalla que ronda los 1.2 millones de euros por los traspasos de Pablo Aimar y Arizmendi a la entidad maña. Si el Valencia acaba vendiendo a Joaquín la 'operación Lafita' entrará en marcha porque el jugador gusta a Emery y las condiciones económicas para un posible traspaso serían abordables para las delicadas arcas del Valencia.
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