Manuel Llorente, Javier Gómez, Juan Soler... otra vez dirigentes del Valencia en el juzgado. Nou Valencia se salió ayer con la suya y logró que la juez de lo mercantil número 2 aceptara la petición de citarlos como testigos en la demanda presentada que persigue la ilegalidad de la última ampliación de capital del Valencia (92 millones de euros). Además, de manera paralela, el juzgado número 3 ha admitido a trámite el escrito presentado en el que se pide una junta extraordinaria.
El 30 de junio (el 28 se verán las caras por el derecho de voto de la Fundación) es la fecha escogida para el juicio después de que ayer hubiera una vista previa en la que los demandantes establecieron su discurso en dos frentes. Por un lado, que se incumplió el espíritu de democratización que se había pregonado en la junta con la venta en la segunda vuelta de todas las acciones sobrantes a la Fundación (no se dejó ninguna otra opción a otros interesados aunque el club considera que el consejo tenía potestad para vender a quien quisiera); y, por otra parte, el nudo formado por el préstamo que Bancaja concedió a la Fundación para comprar esos títulos y los consiguientes intereses derivados de esta operación.
Precisamente, sobre este último aspecto, el de los intereses, el abogado de Nou Valencia, Domingo Monforte, deslizó en un par de ocasiones sus sospechas «de que el préstamo lo puede estar pagando de manera directa o indirecta el Valencia», cosa que negó el letrado del club, Daniel Morata. «No hay ningún pago».
Durante la vista, y al margen de los regates jurídicos utilizados pòr unos y otros, adquirió cierto interés el deseo por parte de Nou Valencia de contar con los testimonios de Soler, Llorente, Gómez, Mariola Hoyos (ex presidenta de la Fundación), Isabel Buigues, el representante de Projar (para demostrar que quería comprar en la segunda vuelta) y Andrés Sanchis (para reforzar lo que se dijo en aquella junta de junio de 2009). También querían tener la versión de Társilo Piles pero la juez no lo consideró necesario. Nou Valencia, que salió bastante satisfecho, se quedó con las ganas de profundizar en las «entrañas» que envuelven los acuerdos entre Bancaja, Fundación e IVF.
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