El triunfo obtenido sobre el Athletic ha supuesto para el Valencia igualar su mejor arranque histórico en la Liga, al haber sumado 16 de los 18 puntos que ha habido en juego en la seis primeras jornadas del campeonato, lo que lo consolida como líder. El conjunto que dirige Unai Emery ha ganado cinco partidos, en casa ante Racing y Athletic y a domicilio contra el Málaga, Hércules y Sporting, y sólo ha cedido un empate, en Mestalla, ante el Atlético de Madrid.
La pasada semana había ocho precedentes de un comienzo con cuatro triunfos y un empate; ahora, con una victoria más, quedan tan sólo dos, ambos del pasado reciente, en las ligas 2003-04 y 2008-09, cuando el equipo obtuvo unos registros idénticos a los actuales. La buena trayectoria valencianista se cimenta en una serie de valores mostrados, aunque sin olvidar otros aspectos en los que el Valencia debe mejorar.
Solidaridad entre jugadores y líneas
1 Es una de las claves del éxito del equipo hasta ahora. Con mayor o menor acierto, cada jugador que ha estado sobre el terreno de juego nunca ha regateado esfuerzos -salvo mínimas excepciones- para ayudar a un compañero. En este sentido, futbolistas como Pablo Hernández, Joaquín o Mata vienen realizando un desgaste físico de máxima envergadura, principalmente en los desplazamientos, al verse obligados a retroceder metros en las bandas cuando aprieta el rival y toca ayudar a los laterales. Los puntas, Aduriz o Roberto Soldado, también se han dado buenas palizas.
Descenso físico en las segundas partes
2 En un buen número de encuentros, el rendimiento del Valencia ha bajado de forma alarmante después del descanso. Ninguno de los responsables del equipo ha aclarado hasta ahora la posible causa: acumulación de partidos, cansancio, deficiente preparación física... Las constantes rotaciones que hace Emery deberían impedir que esto se produjera. Hay un sufrimiento elogiable, como el de Alicante, con un jugador menos, y otro censurable, como el del segundo acto frente al Athletic. Nadie se pronuncia al respecto.
Defensa sólida y crecimiento individual
3 A pesar de las múltiples variaciones que ha venido realizando el entrenador, en líneas generales la nota para la zaga es de notable. Cuatro goles ha encajado el Valencia, de los cuales sólo uno, el del atlético Simao, ha supuesto pérdida de puntos. Entre las notas más positivas en la zaga, la madurez alcanzada por David Navarro, cada día con mejor rendimientro. Los laterales van a más con el paso de las jornadas y la total recuperación de Bruno es una magnífica noticia.
El sistema: Ensayo de un 4-3-3 que no se utiliza
4 En el transcurso de la pasada pretemporada Unai Emery ha venido alternando la puesta en práctica de varios sistemas de juego. En ocasiones, mantuvo el 4-2-3-1 que ha sido habitual durante un buen número de años, insistiendo mucho a la hora de probar el 4-3-3, para llevarlo a la práctica. Sin embargo, fue arrancar la competición oficial y eliminarlo de un plumazo. La única variante novedosa introducida por el técnico ha sido el 4-4-2, que probó por primera vez de salida en Mestalla ante el Athletic.
Magníficos números en el ataque
5 El Valencia presenta unas cifras espectaculares en lo que a su ataque se refiere. Ha marcado 11 tantos en los seis partidos de Liga disputados, que no está nada mal. A tener en cuenta que siete de ellos los ha marcado a domicilio donde muestra una mayor facilidad anotadora. La marcha de David Villa no se acusa por el momento. Y, lo que es mejor, han marcado hasta ocho futbolistas de la plantilla, con lo que el gol está muy repartido. Aduriz, con tres, es el que manda.
Las rotaciones son el eterno dilema
6 Representan el eterno dilema. Unos están a favor y otros en contra. Unas veces suponen un beneficio y en otras perjudican. En función de los resultados del equipo, hay que inclinarse porque están funcionando. Pero hay casos y casos. A futbolistas como Ricardo Costa, Tino Costa, Manuel Fernandes o el 'Chori' Domínguez, por citar algunos, no les ayuda jugar un par de partidos y desaparecer después de las alineaciones. Los hay que necesitan continuidad para alcanzar el mejor estado de forma. Y cuando uno está en un momento dulce, como Pablo Hernández, no tiene sentido dejarlo en el banquillo para concederle descanso.
Los resultados llevan a una espiral ganadora
7 Con el Real Madrid, el Valencia es el único equipo de la Primera División que no conoce la derrota en el campeonato de Liga. Cinco victorias y un empate es su excelente balance en las seis jornadas que se han disputado. Semejantes números le han permitido igualar el mejor inicio liguero, conseguido en otras dos campañas a lo largo de su historia. Un arranque como este fortalece anímicamente, da confianza y supone un estímulo añadido para intentar prolongar la dinámica positiva una semana tras otra. Y sus dieciséis puntos le convierten en un líder sólido.
Manuel Fernandes, un ejemplo de irregularidad
8 Lo del futbolista portugués es digno de un estudio sociológico e incluso psicológico. Por unas u otras razones, nunca termina de asentarse en el equipo, de encontrar un puesto en las alineaciones más repetidas. Continuidad, en suma. Dejando al margen temporadas anteriores, cuyo rendimiento e implicación dejó mucho que desear, en la presente vuelve a ser como el Guadiana. Aparece y desaparece con excesiva facilidad. Cuajó una buena actuación en Gijón, estuvo muy flojito en los minutos que jugó ante Hércules y Manchester United, volviendo a brillar en el primer acto frente al Athletic, para hundirse después con el equipo.
La concentración, una de las claves
9 Es fundamental en todos los órdenes de la vida, más aún cuando se trata de la práctica del fútbol en el que un segundo te da o te quita un gol y hasta un título. El Valencia la ha mantenido durante gran parte de sus partidos y ha sido una de las claves de los puntos sumados. César, capaz de estar inactivo una hora e intervenir con acierto después, es un ejemplo más que claro de exhibir una alta concentración. Cuando se ha perdido, ha tocado sufrir.
Contraataques rivales, asignatura pendiente
10 No acertar a impedirlos ha sido una de las asignaturas pendientes de los jugadores que dirige Unai Emery. Lo han pagado caro. Y si no los han abortado ha sido por la pérdida de concentración a la que aludíamos líneas arriba. Las muestras más palpables de impotencia para evitar contras rivales las vimos en la jugada del gol del Atlético de Madrid y, posteriormente, en el partido de la Liga de Campeones frente al Manchester United. Se impone mayor atención para que no cojan la espalda especialmente a los defensas con tanta facilidad.
Adaptación de los nuevos futbolistas
11 Se ha producido con mayor rapidez de lo inicialmente previsto, a pesar de que algunos de los nuevos jugadores que han llegado se encuentran todavía inmersos dentro de ese proceso. Son muy pocas las jornadas transcurridas y los partidos disputados, con el agravante añadido de las rotaciones, lo que impide a algunos disfrutar de mayor continuidad. Los Costa, Ricardo y Tino, necesitan más tiempo. Topal da muestras de una gran integración y se gana su presencia en el equipo. Sobre los dos delanteros, Aduriz y Soldado, no existe duda de ningún tipo. Están rindiendo, más allá de que jueguen juntos o lo hagan por separado. Feghouli es una inversión más de futuro, mientras que Stankevicius sigue aguardando a que Emery le conceda una oportunidad.
El equipo sí que necesita la presencia de Banega
12 La ausencia del internacional argentino puede haber pasado desapercibida para muchos aficionados, si se dirige la mirada a los resultados obtenidos por el Valencia y al lugar que ocupa en la clasificación. Sin embargo, sí que se le echa de menos cuando toca construir juego. De manera especial cuando el equipo juega en Mestalla. Tino Costa, excepto el partidazo que se marcó en Turquía, ha alternado aciertos y errores. Manuel Fernandes, ha ofrecido menos, también es cierto que disfrutando de menos oportunidades. Banega se lesionó cuando atravesaba un muy buen estado de forma. Por fortuna, todo apunta a que estará en condiciones de volver frente al Barcelona.
Mata ha intervenidoen todos los partidos
13 Junto al guardameta César Sánchez, Juan Mata es el único futbolista de la plantilla del Valencia que ha intervenido en todos los encuentros que ha disputado el equipo, aunque no los ha jugado íntegros. No atraviesa su mejor momento y eso le hace ser intermitente e irregular, al margen de que la actitud y el esfuerzo sean siempre inmejorables. El 'baile' de posiciones al que le ha sometido Unai Emery tampoco le ha ayudado. Todo ello sin olvidar que el lugar en el que ofrece un rendimiento más alto es en la banda izquierda. El pasado sábado ante el Athletic se pasó muchos minutos, demasiados, pegado a la banda derecha, junto a Pablo Hernández, en la que molestó más que ayudó. Y la suya, desatendida, con doble esfuerzo para Mathieu.
El Chori debe mantener mayor tranquilidad
14 Alejandro 'el Chori' Domínguez necesita tranquilizarse. Si lo hace, su rendimiento ganará muchísimo porque tiene condiciones, es un buen futbolista y, aunque en pequeñas dosis, lo ha demostrado. Emery manifestó el pasado viernes que la atípica pretemporada que tuvo el argentino por culpa de las lesiones ha hecho que tenga prisa, ansiedad por volver a jugar. Su gesto del sábado hacia el público tras servir el gol a Vicente fue demostrativo de la rabia que acumula. Minutos antes de la acción había sido silbado.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-10-04/luces-sombras-valencia-lider-20101004.html
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