El próximo lunes, día 21, entra oficialmente el verano. Como los últimos, en el Valencia se amontona el trabajo y Manuel Llorente se ve obligado a moverse a destajo. De nuevo son más de 30 los futbolistas que pertenecen al club, lo que implica desprenderse de más de media docena de ellos, sin olvidar que todavía falta alguna incorporación por realizar. Un delantero, seguro. Y, si se puede, un organizador, tarea que no va a ser nada fácil.
La llave de cualquier operación la tienen Mata y Silva. El traspaso de uno de ellos proporcionará dinero fresco para invertir en las incorporaciones necesarias para cuadrar un equipo de garantías. Por otros lado, los técnicos del club, al son que marque el presidente, tienen que apretar el acelerador para dar salida a todo el material sobrante. Colocar a los Jaume, Sunny, Navarro, Montoro o Lombán no se antoja excesivamente complicado. Bien distinto a lo que sucede con Miguel, Del Horno, Manuel Fernandes, Nacho González o Hugo Viana.
En función de las salidas que se puedan producir habría alguna incorporación más. Una cosa estaría en función de la otra. Si, por ejemplo, se traspasara a Miguel llegaría otro lateral diestro para acompañar a Bruno, con Jesús Gámez como uno de los mejor colocados. En la banda opuesta no supondría un problema la marcha de Del Horno. Todo lo contrario. Sería un alivio importante para la maltrecha economía de la entidad.
En el centro del campo, por la trascendencia que tiene para el bloque, Banega es el único futbolista con cierta capacidad organizativa, de ahí que sea necesaria la contratación de un jugador de garantías. El deseado, Tino Costa. Uno de los que debe abandonar el equipo, de esta parcela, es Hugo Viana. Por el portugués, tras una buena campaña con el Braga, se interesa el Sporting de Lisboa. A Fernandes también se le busca acomodo que, si no se encuentra, se quedará.
En la zona más adelantada del equipo están las claves de la confección final de la plantilla futura. Si se traspasa a Silva, la intención es cubrir su hueco con el Chori y Feghouli. Más problemática sería la marcha de Mata, puesto que dejaría solo a Vicente en la banda izquierda, con lo que se repescaría para esa demarcación a un Jordi Alba que de inicio apunta al lateral.
Finalmente, el ataque. Roberto Soldado está más solo que la una, por el momento. En la agenda valencianista sigue apareciendo subrayado el nombre de Adúriz. Que llegue o no dependerá de lo apuntado líneas arriba: de posibles traspasos y el dinero de que se disponga para fichar al necesario segundo delantero.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-06-16/otro-verano-asignaturas-pendientes-20100616.html
La llave de cualquier operación la tienen Mata y Silva. El traspaso de uno de ellos proporcionará dinero fresco para invertir en las incorporaciones necesarias para cuadrar un equipo de garantías. Por otros lado, los técnicos del club, al son que marque el presidente, tienen que apretar el acelerador para dar salida a todo el material sobrante. Colocar a los Jaume, Sunny, Navarro, Montoro o Lombán no se antoja excesivamente complicado. Bien distinto a lo que sucede con Miguel, Del Horno, Manuel Fernandes, Nacho González o Hugo Viana.
En función de las salidas que se puedan producir habría alguna incorporación más. Una cosa estaría en función de la otra. Si, por ejemplo, se traspasara a Miguel llegaría otro lateral diestro para acompañar a Bruno, con Jesús Gámez como uno de los mejor colocados. En la banda opuesta no supondría un problema la marcha de Del Horno. Todo lo contrario. Sería un alivio importante para la maltrecha economía de la entidad.
En el centro del campo, por la trascendencia que tiene para el bloque, Banega es el único futbolista con cierta capacidad organizativa, de ahí que sea necesaria la contratación de un jugador de garantías. El deseado, Tino Costa. Uno de los que debe abandonar el equipo, de esta parcela, es Hugo Viana. Por el portugués, tras una buena campaña con el Braga, se interesa el Sporting de Lisboa. A Fernandes también se le busca acomodo que, si no se encuentra, se quedará.
En la zona más adelantada del equipo están las claves de la confección final de la plantilla futura. Si se traspasa a Silva, la intención es cubrir su hueco con el Chori y Feghouli. Más problemática sería la marcha de Mata, puesto que dejaría solo a Vicente en la banda izquierda, con lo que se repescaría para esa demarcación a un Jordi Alba que de inicio apunta al lateral.
Finalmente, el ataque. Roberto Soldado está más solo que la una, por el momento. En la agenda valencianista sigue apareciendo subrayado el nombre de Adúriz. Que llegue o no dependerá de lo apuntado líneas arriba: de posibles traspasos y el dinero de que se disponga para fichar al necesario segundo delantero.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-06-16/otro-verano-asignaturas-pendientes-20100616.html
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