Unai Emery es un hombre de club, de este club, del Valencia. Y sería un buen ejercicio el saber cuántos de los altos cargos de la entidad lo son, es decir, anteponen los intereses blanquinegros a los suyos personales. El técnico vasco lo hace, olvidándose de pasar facturas personales que le resten energía a su único interés: hacer más grande al Valencia. Por eso no pedirá dinero, ni años, sólo proyecto y eso se ha entendido como una rendición por su parte, cuando debería ser un motivo de loa. Ya era hora de que llegase alguien a Mestalla que lo primero que mirase no sea su sueldo. Echando la vista a cualquier lado encontramos entrenadores que piden fichajes, exijen condiciones, rajan, le echan pulsos al club... y en cambio Unai sólo quiere hablar de fútbol, de qué Valencia va a tener en sus manos porque lo que quiere es seguir creciendo junto a la entidad, sacarla de las catacumbas económicas y devolver el lustre que tuvo.
Y eso no implica para él que se queden Villa y Silva (¿todos los entrenadores se adaptarían a eso?) o ni siquiera que le traigan a Negredo o un atacante de gran calibre. No, Emery entiende las apreturas económicas y diseña un Valencia de clase media, con jugadores con hambre y con la idea de hacer un grupo rocoso, reconocible en cualquier estadio y no como este año. Haría bien Llorente en escuchar a su entrenador, en darle galones para decidir fichajes porque Unai no va a sacar pecho y está encantado de consensuarlo todo con Fernando. Pero claro, para eso Fernando debe ser el interlocutor válido, ¿lo es o lo es Braulio? Habría que aclararlo pronto.
http://www.as.com/opinion/articulo/hombre-club-club-necesita-hombres/dasftb/20100511dasdaiopi_8/Tes
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