El Valencia congela la búsqueda del sustituto de Villa hasta concluir la 'operación salida'

Cuarenta millones de euros dan para mucho aunque en ocasiones, como le ocurre al Valencia en la actualidad, no logran calmar el apetito. De momento, el club de Mestalla se va a tomar con cierta calma la búsqueda del sustituto del ya barcelonista David Villa. El tiempo jugará a su favor en unas cosas, pero también en su contra en otras, aunque es una circunstancia a la que se ha visto casi forzada la entidad. Fernando Gómez, por así decirlo, sigue con la escopeta cargada y con el punto de mira fijado en Soldado, Gignac, Aduriz y Gameiro, pero no tiene intención por el momento de apretar el gatillo hasta que Llorente le diga de cuánto dinero dispone.

Primero hay que dejar claro que los 40 millones en los que se ha cifrado la operación de traspaso de Villa incluyen una fórmula de pago especial y habitual: el Barça abona la mitad ahora y el resto a plazos en tres años, según afirmaba ayer Beguiristain, aunque el Valencia asegura que será en algo menos de dos. De ese pago hay que hacer un apartado para Eugenio Calabuig, por aquel préstamo de 50 millones que hizo en su día y que hay que ir devolviendo cumpliendo determinados requisitos: los primeros 15 millones de euros que se ingresan por cualquier traspaso son para el Valencia, pero del 15 al 25 van a Calabuig, mientras que desde esos 25 hasta el total de los 40 son a partes iguales. Ese fue el pacto al que se llegó con la empresa Fomento Urbano de Castellón. En todo caso, los dirigentes del Valencia meditan ahora maniobrar para ver de qué forma se obtiene algún tipo de concesión por parte de Calabuig.

En estos momentos, cualquier club al que se dirija el Valencia para plantear una posible contratación puede mostrarse exigente, consciente del pellizco que se ha llevado con el adiós del Guaje. Lógicamente, la espera implica el riesgo de que los futbolistas se escapen, como puede ser la situación por ejemplo de Soldado, un jugador que cautiva al cuerpo técnico valencianista y a otros clubes. De momento las partes aseguran que no se ha efectuado ningún movimiento de aproximación.

Y es que el Valencia también está esperando a ver cómo se desarrolla el futuro de Silva. No es lo mismo contar con el dinero obtenido por el Guaje que hacerlo con el añadido del ingreso por la venta del canario, si finalmente acaba tomando forma.

Mientras tanto, a la afición valencianista sólo le queda la opción de resignarse y ver cómo el Camp Nou jalea al que hasta ahora ha sido el ídolo de Mestalla. Ayer mismo 35.000 espectadores cantaron por primera vez el «¡Illa, illa, illa, Villa maravilla!» en el estadio barcelonista, que abrió sus puertas para que el asturiano diera sus primeros toques con la camiseta azulgrana del próximo año, que curiosamente está hecha en poliéster reciclado con ocho botellas de plástico.

Villa explicó muy emocionado que lo que ha hablado con Guardiola con anterioridad al fichaje «es privado», pero sí puede decir que el Barça es el club que siempre ha mostrado por él «cariño e interés». «La gente que ha llevado las cosas sabe perfectamente lo que me ha dado el Barça y lo que yo he hecho por ellos, y cuál era la idea si un día salía del Valencia. Mi idea era jugar sólo aquí, éste y otros veranos anteriores». El internacional, que en su nuevo equipo seguirá luciendo el dorsal número 7, tiene una cláusula de rescisión de 200 millones de euros y aclaró: «No he ocultado durante toda mi carrera quiénes han sido mis mayores ídolos, Luis Enrique y Quini, y los dos con esta camiseta. Es un honor seguir sus pasos y llevar la camiseta que vistieron y con la que tantas buenas noches han dado a este club. Me gustaría dejar el recuerdo que ellos dejaron aquí. Sé que se han alegrado mucho de que fiche por el Barça. Estoy orgulloso de estar aquí y me voy a dejar la vida por este club».


http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-05-22/valencia-congela-busqueda-sustituto-201005221037.html