A recuperar el equilibrio ataque-defensa

El técnico quiere que Bruno y Alba se sumen al ataque, pero si los interiores no trabajan en defensa… les superan.

Si los dos laterales se incorporan al ataque y los interiores no «ayudan» en defensa, el Valencia sufre y lo paga muy caro. Hubo varias acciones el pasado jueves en las que al conjunto que dirige Emery le cogieron atrás en inferioridad numérica, el VCF también contragolpeaba como los rojiblancos, pero con la gran diferencia de tener por delante como mínimo a la línea de cuatro que formaban Perea, Ujfalusi, Domínguez y Antonio López. Raro era el caso en el que se incorporaban, más allá de las acciones a balón parado, y el VCF tiene claro que para clasificarse para las semifinales no sólo puede echar la vista al ataque porque puede ser «mortal». Unai quería que Bruno y Jordi Alba se sumaran al ataque, una de las consignas era doblar a los interiores cuando estos trazaban diagonales hacia el centro, pero esa suma de futbolistas en el campo del rival no se repetía en la defensa. Y eso debe corregirse.
En la zona noble del Valencia no gustó cómo se desarrolló el duelo contra el Werder Bremen que acabó 4-4 a pesar de clasificarse para los cuartos de final, «de cien partidos así acabas perdiendo 99», sobre todo porque en ningún momento se tuvo la situación controlada. Al Atlético también se le jugó a pecho descubierto y una victoria rojiblanca se hubiera pagado cara. Nadie pone en duda que el equipo debe rentabilizar la enorme calidad que tienen los futbolistas más ofensivos, son la envidia de Europa, pero se considera corregible que haya más ayudas atrás, más cuando faltan pilares importantes en la defensa. Y eso se trabaja a diario. Es un vicio que vuelve a repetirse y aunque los cuatro jugadores de ataque son conscientes que deben defender, a veces también se les tiene que decir de nuevo. Sólo David Villa, que es el único delantero, puede quedarse arriba, pero sin la ayuda de los interiores, la defensa hace aguas.

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