El Chori, que ayer tuvo un cruce dialéctico con Zigic por cuestiones tácticas, también lo pasó mal en su primer año en el Rubin Kazan Emery apenas cuenta con el argentino pese a la sobrecarga de la plantilla
En Zaragoza, con los jugadores entregados mentalmente al partido contra el Atlético de Madrid, se subió al autobús cabizbajo y resignado sin haber jugado ni un solo minuto. Este domingo, otra vez con la mente de muchos puesta en la cita europea del Calderón, salió de Mestalla con la misma carga emotiva. El 'Chori' Domínguez está experimentando una sensación inesperada. Ni él ni la afición del Valencia se esperaba que contra el Osasuna su participación se limitara a hacer ejercicios de calentamiento en la banda, sobre todo cuando tanto se habla de la necesidad de administrar los minutos de carga a la gente de arriba, la que curiosamente más castigada está.
El Chori, por mucho que quiera ocultarlo, está inquieto. Ayer, por ejemplo, se lió en un cruce dialéctico con Zigic en el mismo césped sobre una cuestión táctica que necesitó incluso de la mediación de Carcedo para evitar que la cosa fuera a más y, sobre todo, para que ambos tuvieran claro el concepto. Domínguez, la apuesta de Fernando Gómez que llegó en invierno como candidato a sustituir a Silva, para servir de recurso a Pablo y Mata, y para tratar de amortiguar una ausencia de Villa; sigue siendo al cuarto mes de blanquinegro una incógnita. Con dos presencias únicamente como titular e impedido para la Europa League, la única vez que Domínguez ha puesto su fútbol al servicio del equipo fue el día del 2-1 al Getafe. Contra el Barça, la segunda ocasión en que salió de inicio, apenas hizo nada (como el esto). De hecho, Emery decidió en la segunda mitad retirarlo. Lo más curioso es que el Chori se infiltró en el descanso creyendo que iba a estar más tiempo sobre el césped. A los 19 minutos de la segunda mitad, Unai lo mandó a la ducha.
Los servicios médicos del Valencia le han infiltrado en dos ocasiones. En la tercera propuesta, el futbolista se negó. Al malestar por el hecho de verse infrautilizado por Unai, al Chori se le suma el dolor de cabeza que le está dando el menisco de su rodilla izquierda. No acaba de olvidar del todo esos problemas y de hecho durante el entrenamiento de ayer se le vio llevarse la mano a la zona afectada.
El mediapunta argentino, sobre el que Emery no tuvo antes de su fichaje ningún tipo de duda a la hora de calificarlo como «bueno», está repitiendo lo que le ocurrió el primer año en el Rubin Kazan, su anterior equipo. Su adaptación a la liga rusa le costó hacerse con un hueco, justo lo que le sucede ahora con el matiz de que aquí no hay problema del idioma que le impida una rápida integración. De momento, su apoyo ha sido el otro argentino de la plantilla, Banega. El centrocampista, por cierto, lucha por llamar la atención de Maradona mientras el Chori se despidió hace tiempo de llegar a la selección, anhelo que expresó el día de su presentación como valencianista.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-04-06/enigma-dominguez-20100406.html
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