Anclajes con fecha de caducidad

Los amarres que sujetan el nuevo estadio en la calle Safor son provisionales y ofrecen garantías de seguridad hasta diciembre - El club necesita con urgencia 8 millones para colocar un muro de contención.


Ocho meses. Ese es el tiempo que le queda al Valencia para acometer la obra más urgente del Nuevo Mestalla: Igualar la cara oeste del recinto a la cota cero. Si no lo hace antes de que termine el año, sería necesario someter a examen los anclajes que soportan la estructura que da a la calle Safor, amarres provisionales que ofrecen garantías de seguridad hasta final de 2010, según confirman desde círculos muy cercanos a la obra. "Es una zona en la que hay que empezar a trabajar lo antes posible, porque si no estamos empezando a cuestionar la seguridad. No quiere decir que el estadio se vaya a caer, porque puede durar veinte o cien años, pero hay unas garantías que dejarían de cumplirse", explican las mismas fuentes.
El Valencia necesita al menos ocho millones de euros para equilibrar el socavón pendiente del recinto al nivel de la calle, una obra que incluye el refuerzo de los anclajes, a modo de tapias, que soportan el peso de la grada en el lado oeste. Muros que están sujetos al suelo con cables de gran grosor que no deben estar más de año y medio a la intemperie por motivos de seguridad. Y ya han pasado 14 meses desde que los obreros dejaran de trabajar.
La UTE dejó esta parte de la estructura sin completar porque se trata de la parcela donde se ha de levantar la futura zona terciaria, que incluye en su proyecto inicial edificios para oficinas, un hotel y un área comercial. A pesar de que el Valencia no conoce aún cómo irá repartida esta zona, pendiente de ser comercializada, la UTE exige el relleno de parte del agujero -perfectamente visible desde la calle Safor- con hormigón y la construcción de un muro se sujeción fija. Una obra que garantizaría completamente el sostenimiento de la gran mole.
Si el Valencia no pudiera financiar la ejecución de esta obra en los próximos meses, a partir de enero de 2011 la UTE debería someter a control permanente los anclajes, tal como obliga la normativa. "Habría que someterlos a examen constante con técnicos y eso es un problema más", explican desde el entorno de la obra. En caso de que el parón de las obras se alargara más tiempo, sería necesaria la sustitución de los actuales amarres, lo que supondría un coste aproximado de 200.000 euros.
Desde el Valencia se da por hecho que el reinicio de las obras se producirá antes del verano, una vez haya terminado la temporada. El club comunicó en enero pasado que había alcanzado un acuerdo con la UTE para retomar la construcción, pero finalmente no encontró la financiación suficiente para hacer frente a los pagos. Bertolín y FCC Construcciones están pendientes del cobro de 50 millones del trabajo realizado, al margen de los cerca de 180 que faltan por pagar de lo que queda de edificación.
La venta de, al menos, una de las estrellas del equipo debe permitir una nueva negociación con la UTE. En los planes del Valencia no está únicamente la ejecución del muro de contención de la zona cero, sino del resto de la construcción para poder trasladarse al nuevo campo lo antes posible.

http://www.levante-emv.com/deportes/2010/04/23/anclajes-fecha-caducidad/698794.html