La presencia del Valencia en la próxima edición de la Champions está más cerca desde anoche. La pírrica victoria conseguida, acompañada de un mal juego y menos claridad, sirve para dejar el quinto puesto de la clasificación a ocho puntos de distancia. No está nada mal. El gol de Villa, a los 13 minutos de juego, fue más que suficiente para amarrar tres puntos muy necesarios para los de Emery. Cerrar con seis, es decir, con pleno, los dos encuentros consecutivos disputados en Mestalla era el objetivo. Y se consiguió.
Anoche se sumó otra lesión, la de Miguel, que se retiró cojo antes del primer cuarto de hora. No fue problema. El equipo fue fiel a su pegada y, sin grandes esfuerzos, firmó un triunfo que reafirma la figura de Unai Emery, en una indiscutible linea ascendente en este periodo de examen.
Apenas presentó oposición un Málaga privado de piezas clave como Duda o Gámez, consciente también de que en las próximas semanas se juega la permanencia ante Tenerife y Zaragoza. Con varios canteranos para remendar el once, Muñiz planteó un esquema muy conservador y se vio expuesto a las continuas acometidas valencianistas.
Los locales, al compás de Baraja y Banega, generaron muchas ocasiones ante Munúa, pero sólo pudieron concretar con una llegada de Mata por la derecha. Al cuarto de hora, la zaga andaluza tiró mal el fuera de juego y Villa agradeció las facilidades para empujar a la red su 18ª diana liguera.
El Valencia fue de más a menos, como si acusara el hecho de jugar el pasado domingo. El conjunto de Unai Emery salió muy mentalizado y consciente de que este encuentro suponía una oportunidad única de poner tierra de por medio con Mallorca, Sevilla y Deportivo.
A todo esto, de fútbol, lo mínimo. La cordura de Baraja, la intermitencia de Banega, cuatro detalles de Silva y las correrías de Villa. Nada más. El Pipo y el Guaje pudieron aumentar la cuenta y, en el tramo final, Jordi Alba probó fortuna desde fuera del área con la derecha, pero el meta Munúa respondió con su mejor intervención para desviar el cuero a córner. El Málaga, por medio de Baha, tuvo su ocasión, muy clara, desperdiciándola.
Con un runrún en la grada por marcador ajustado y el dominio del balón por parte del Málaga, el Valencia funcionó a base de impulsos en la última media hora. Pudo ser suficiente para cerrar el partido, porque de su lado cayeron las ocasiones más claras. Silva, Alexis -emulando al canario desde el borde del área- y Jordi Alba estuvieron a punto de marcar. El canterano, de nuevo en el lateral izquierdo, fue una de las excelentes noticias de la noche. Firmó un partido completísimo justo cuando más se requiere la presencia de la cantera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario